Mientras la mayoría de los medios de comunicación y una gran parte de la medicina se niega a cambiar de opinión, una parte creciente de la población, entre un 15% y un 40%, ha decidido quitar ciertas categorías de alimentos de su dieta, afirmando así cierta sensibilidad o intolerancia al gluten o a la lactosa.

Las dietas de eliminación de lactosa o gluten se adoptan, casi siempre, para aliviar o intentar paliar ciertos síntomas como fatiga, malestar general o trastornos digestivos. Además, estas dietas se utilizan para sobrellevar ciertas patologías crónicas que la medicina actual no sabe curar. Muchos científicos estaban en contra de estas dietas para la intolerancia al gluten o la lactosa, también lo estaban las cadenas de alimentación industriales afirmando que no había pruebas y que retirar la lactosa y el gluten de la dieta de un ser humano puede poner en riesgo la salud de la persona. Todavía muchos dicen que todo esto es una moda.

Desde hace pocos años, muchos equipos de científicos de todo el mundo se interesan por nuestro intestino y han descubierto que existe una relación entre algunos alimentos (carnes, lácteos, cereales) y la aparición, el mantenimiento o el empeoramiento de enfermedades o patologías. Estos estudios muestran la importancia de mantener nuestras bacterias intestinales sanas para prevenir el desarrollo de enfermedades. Los alimentos que más relacionados están con estas patologías son los lácteos y el gluten, y en suma, tienen implicación en ciertos trastornos como la diabetes, alergias, sobrepeso, obesidad, infecciones recidivas, inflamaciones dermatológicas o reumatológicas y, posiblemente, también guardan relación con enfermedades psiquiátricas y neurodegenerativas.

LACTOSA

En cuanto a la lactosa, se recomienda desde bien pequeño tomar tres lácteos al día pero lo cierto es que cada vez más gente está eliminando la leche de su alimentación. La leche que podemos encontrar ahora en el supermercado no tiene nada que ver con la que se vendía hace unas décadas. Hoy en día la leche de vaca está llena de antibióticos, factores de crecimiento y disruptores endocrinos.

Si realmente te gusta la leche y la digieres correctamente, elige una leche ecológica. Si eres intolerante a la lactosa, elimina los lácteos de vaca y decántate por las leches vegetales y los quesos de oveja o cabra. Si tienes una patología inflamatoria grave o estás en tratamiento de quimioterapia, quita todos los lácteos de vaca de tu alimentación.

GLUTEN

En lo referente a la intolerancia al gluten, no es un efecto de moda como dicen algunos. El gluten es una proteína presente en el trigo en cantidades mucho más abundantes que antes. El 1% de la población es celiaca, es decir, tiene intolerancia al gluten y no puede ingerirlo. Además, una gran parte de la población ha decidido quitarlo de su dieta porque encuentra una mejoría en su salud gracias a no tomarlo. Eliminar el gluten de tu vida no supone ningún riesgo, sino que te obliga a cuidar más tu dieta, a comer más frutas y verduras, y a eliminar los alimentos procesados.

Cada día más gente, pese a no tener intolerancia al gluten o a la lactosa, se preocupa por lo que ingiere y quiere tener una dieta sana y equilibrada para cuidar su cuerpo. El claro ejemplo lo tenemos en deportistas de élite, pues muchos de ellos se alimentan sin gluten o lácteos.

Además de eliminar alimentos de tu dieta que te sienten mal, te aconsejamos masticar bien, comer en un ambiente relajado alejado de cualquier estrés, tener una dieta variada, elegir alimentos ecológicos, evitar los alimentos procesados y consumir mucha agua.