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Desde nuestro origen el ser humano ha tomado solo la leche maternal, cuando la madre dejaba de amamantar al niño el ser humano comenzaba a comer las raíces, la fruta, la verdura, los productos de la caza y de la pesca.
Los cereales ni los lácteos no eran habituales en la dieta de nuestros antepasados. A este tipo de dieta se la conoce como “dieta Paleo” o “dieta ancestral” y cada vez más personas la adoptan debido principalmente a sus beneficios en la salud.
Nuestras costumbres cambiaron hace unos 9-10.000 años. Parece que hace mucho tiempo, pero en nuestra evolución esto es muy poquito tiempo. ¿Y por qué cambiaron nuestras costumbres? Muy sencillo, porque el ser humano comenzó a criar ganado y a consumir leche. Debido a esto poco a poco apareció la mantequilla y también el queso, pues era la única manera de poder mantener laleche.
Ya a finales del siglo XIX, apareció tanto la refrigeración como la pasteurización aumentando así elconsumo de leche.
Tras la II Guerra Mundial, y con la pobreza que asolaba el continente europeo, comenzó la producción más alta de carne y productos lácteos con tal de alimentar a la población. Desde entonces no hemos parado de comer cada vez más productos animales: carne, leche y todos sus derivados.
Entonces, ¿no es bueno tomar leche?
Debes saber que las personas que hacen las recomendaciones sobre productos lácteos o los nutricionistas que apoyan su consumo son personas todas ellas muy cercanas a las empresas que producen estos mismos productos. Además, la industria láctea es el primer anunciante en la televisión.
Desde hace algunos años escuchamos cada vez más a profesionales de la salud y científicos decir que no se deben tomar tantos lácteos. Si algunas personas piensan que solo es una moda, los verdaderos expertos son unánimes.
Tomar lácteos no es beneficioso, si no todo lo contrario. Los lácteos aportan muchos más problemas que beneficios y a veces el efecto opuesto de lo que realmente se busca.
Resolvamos algunas dudas...
¿Qué es la lactosa?
La lactosa es el azúcar de la leche. Después de los 3-4 años, el 75% de la población del planeta y casi ningún habitante de los países mediterráneos puede digerir la lactosa. Si lo hace sufre dolor de cabeza, hinchazón abdominal o diarrea. Hay mucha más lactosa en la leche que en los quesos y los yogures, por eso si eres intolerante a la lactosa, puedes consumir un poco de queso y muy pocos yogures.
Qué debes saber sobre las proteínas y las hormonas de la vaca
En la leche se encuentra una hormona llamada IGF1 que estimula el crecimiento de varios tejidos, entre otros los osteoblastos, es decir, de los huesos. De hecho, donde se consume más leche la población suele ser más alta y corpulenta (los escandinavos en comparación con los asiáticos). En un principio estas hormonas transforman un becerro en una vaca de 400 kilos en un año, con músculos fuertes pero cerebro poco desarrollado. O sea no están adaptadas para el ser humano.
La leche, al no estar adaptada al ser humano, produce una reacción de defensa del cuerpo y favorece la producción de mucosidad en el cuerpo. Esta mucosidad se puede encontrar en varios sitios del cuerpo, por ejemplo, facilitara la aparición de sinusitis o de constipado. Favorece y empeora las alergias y el asma. También pueden aparecer problemas en la piel y favorecer acné, psoriasis o eczema. En fin esta reacción puede ocurrir en el aparato digestivo y dar hinchazón abdominal, diarrea o empeorar las colitis. ¿Cuántos niños conoces que tienen uno de estos síntomas? Después de la Guerra Civil, habían 150.000 personas con alergia, ahora contamos con alrededor de 10.000.000, y lo que aquí te contamos es una de las razones.
¿Debo tomar leche para tener calcio?
¡El mejor calcio no está en la leche! Somos los únicos mamíferos en consumir leche cuando somos adultos, sobre todo leche de otro animal.
El mejor calcio es vegetal. Lo encontrarás en muchos alimentos como: brócoli, distintos tipos de coliflor, verduras de hoja verde como espinacas, lechuga, canónigos y perejil, alcachofas, alubias, nueces, sésamo, semillas de chía, bayas, higos, orejones, y en el agua.También se encuentra en las sardinas y en las anchoas, por citar algunos ejemplos.
Como ves, podemos tener suficiente calcio en nuestra alimentación sin comer nada de lácteos. ¿De hecho, has visto ya un toro o una vaca tomar leche, queso o yogures para tener huesos fuertes?
Entonces... ¿qué es recomendable?
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