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Hace unos días os contábamos cómo afecta el consumo de leche a la salud de los seres humanos. Hoy profundizamos un poco más y hablamos sobre la relación entre el consumo de leche y determinadas enfermedades.
El consumo de leche y la osteoporosis
Debemos aclarar en un primer lugar que la osteoporosis no es una enfermedad. Gracias a la osteodensitometria, se puede medir la densidad de los huesos. Debido a varios factores como la edad, el sexo, la alimentación, la exposición al sol, la actividad física y algunos medicamentos esta densidad ósea puede variar. Si la densidad ósea es baja una persona tiene osteoporosis. Pero realmente no nos importa la densidad de los huesos, lo que queremos es tener huesos fuertes. Podemos tener huesos densos y frágiles y, al contrario, huesos más porosos pero fuertes.
Y ahora hablemos de la osteoporosis y su relación con el consumo de leche. Los estudios demuestran que en los países donde más se consumen productos lácteos (países escandinavos), hay más fracturas de fémur. Por otro lado, en nuestra consulta constatamos que todas las mujeres de 65-85 años que han consumido muchos lácteos durante su vida, tal como se lo habían recomendado, tienen huesos más porosos que las que no han consumido tanto. Es el efecto opuesto al que solemos escuchar. Al contrario, en China o en Japón u otros países donde no se consumen productos lácteos no hay osteoporosis.
Los estudios son muy claros, ni la leche, ni los lácteos tienen beneficios para la salud de los huesos.
El hueso es un organismo “vivo” igual que cualquier otro órgano, hay células que destruyen hueso (osteoclastos) y células que fabrican hueso nuevo (osteoblastos) que tenemos en número limitado a lo largo de nuestra vida. Los 2 tipos de células son muy importantes para tener huesos fuertes pero cuando el equilibrio está perdido empiezan los problemas.
- Después de la menopausia, las hormonas cambian el equilibrio y las mujeres suelen perder densidad de hueso.
- También el consumo de lácteos estimula la actividad de los osteoblastos lo que permite tener buena densidad ósea hasta una cierta edad; una vez el stock liquidado el hueso no se puede renovar normalmente y aparece poco a poco la osteoporosis.
El consumo de leche y la diabetes
Los lácteos generan una producción de insulina muy fuerte y en consecuencia une hipoglucemia poco tiempo después. A lo largo puede provocar una resistencia a la insulina y hacer que sea más complicado regular bien el consumo de insulina para los diabéticos. En los países donde se consumen más lácteos, existen también más diabéticos de tipo 2, también favorece la diabetes de tipo 1 en los niños que tienen predisposición.
El consumo de leche y el cáncer
El consumo de leche y su relación con el cáncer es un tema muy complejo, pero para hacerlo más simple, te contamos que existen en los lácteos hormonas de crecimiento (IGF-1). Estas hormonas favorecen la producción de células, entre otras las células cancerígenas. No existen estudios para todos los tipos de cáncer, pero si para el cáncer linfático y el cáncer de páncreas; también para el cáncer de ovarios y senos para las mujeres, o cáncer de próstata y de testículos para los hombres.
Equilibrio Acido/básico
La leche es bastante ácida, mientras que los quesos son muy ácidos. Eso quiere decir que bajan el pH de tu cuerpo. Entonces para compensar este fenómeno, el cuerpo tomará calcio que está en los huesos para subir el pH. Es lo que pasa cuando tenemos una dieta inadecuada (muy ácida) con mucha sal, proteínas animales, lácteos, hidratos de carbono, alcohol y bebidas gaseosas. Disminuyendo la consumición de estos alimentos, mejoramos la salud de nuestros huesos.
El consumo de leche y otras enfermedades
Diferentes estudios relacionan el consumo de leche con otras enfermedades, como el parkinson, especialmente si la leche no es ecológica.
Además, provoca y empeora enfermedades autoinmunes: Esclerosis Múltiple, diabetes tipo 1, Lupus, algunas tiroiditis, Artritis reumatoide, espondiloartritis, enfermedad de Crohn, etc.
Por otro lado, el consumo de leche disminuye los espermatozoides.
Faltan estudios todavía, pero al igual que el gluten, la eliminación de los lácteos es muy beneficiosa para las personas que sufren de fibromialgia.
Romain Riberou D.C.
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