Me llamo Enrique Granados y os voy a contar lo feliz y satisfecho que me siento con la quiropráctica. Quiero hablaros sobre mi caso porque yo la conocí por una amiga que también recibe cuidados quiroprácticos y cuando vi su cambio decidí llamar.

Yo llevaba mucho tiempo sin poder casi andar, el dolor de ciática era impresionante. No podía levantar casi los brazos y cuando tenía que limpiar la cuadra se me hacía una muralla, levantar la pala era complicado para mí, muy doloroso. Y cuando tosía, veía las estrellas, me faltaba la respiración, tenía que apoyarme y apretaba las manos para calmar la sensación.

Ahora ya no aguanto, ahora vivo. Voy a ver al caballo y limpio la cuadra como coser y cantar. Cuando voy al mercado y cargo las cajas (que no son pequeñas) me resulta una tarea fácil. Y andar, ando mucho, sin cansancio ni dolor.

Y conducir, le tenía que decir a mi mujer que condujese ella porque el pie no me respondía debido al dolor. Y ahora si os cuento que he ido de Valencia a Murcia de tirón... :)

Nos fuimos 15 días de vacaciones y he andado, disfrutado. Porque también duermo mejor, me siento descansado. Me siento genial, muy raramente noto el hormigueo de las manos. Poder estar bien es un proceso y yo sigo las recomendaciones que me da mi quiropráctico.

Antes estaba todo el día con la almohadilla, que si ahora me pongo frio que si ahora calor...

Cuando vine el primer día, la diferencia de peso entre un lado y otro era de 7 kg. Tenía una inclinación de 6 cm. Y ahora sólo hace falta mirarme. Y si yo estoy contento, mi mujer más, la verdad es que soy otro.

¡Gracias por tus palabras Enrique! :)