Hola, me llamo Elena Pavel, tengo 45 años y le doy las gracias a los quiroprácticos del Centre Quiropràctic Llevant porque mi vida ha cambiado desde que acudo a recibir cuidados quiroprácticos.

Mi forma de agradecerlo es compartir mi testimonio con todos vosotros porque tal vez al leerlo os sintáis identificados con mi caso y así sabéis que hay solución.

Cuando llegué el primer día me encontraba muy mal. Tomaba muchos medicamentos como myolastan, Valium, entre otros, pero seguía igual.

Tengo espondilolistesis y escoliosis,  tenía ansiedad y dolores que no puedo definir, insomnio y dolor de cabeza. Estaba tan mal que el cansancio se apoderaba de mí. No tenía ninguna sonrisa, creía que estaba todo acabado. Sólo sentía inseguridad y malestar. Mi hija me tenía que acompañar a todas partes. Recuerdo que le dije a la doctora que me dolía el corazón. Y yo sólo me tomaba tranquilizantes, creyendo que esa era la solución.

Después de venir y recibir ajustes quiroprácticos estoy mejor, he ido mejorando poco a poco y mi estado de ánimo es fabuloso.

Tengo confianza plena en la quiropráctica porque me mantengo muy bien y sin necesidad de pastillas. Al principio, cuando llegué tenía mis dudas, por eso os digo que no dudéis, dar el paso, intentarlo y comprobaréis por vosotros mismos que vale la pena.

Mi hija también recibe cuidados quiroprácticos y se siente muy satisfecha como yo.

Espero haberos servido de ayuda. A mí me hubiera encantado conocer la quiropráctica antes.