"Cada vez que voy al quiropráctico me cruje la espalda, ¿se debe a que mi espalda está mal?". Hoy en nuestro post resolvemos esta duda que tantos pacientes comparten.

En primer lugar debemos entender de dónde viene el “crack” o el cloc que escuchamos en nuestros ajustes quiroprácticos.

Entre los dos huesos de una articulación, se encuentra el líquido sinovial que lubrifica la articulación, amortigua los choques y trae los nutrientes al cartílago.

Cuando se estira una articulación, se escapa un poco de gas que forma burbujas, estas explotan haciendo ruido. Es una reacción únicamente química. Se produce lo mismo cuando se abre una botella de bebida gaseosa.

Por contra de lo que muchas personas piensan, no es el ruido de un hueso que roza el otro, pues eso dolería muchísimo.

Siendo una reacción química, una vez estirada la articulación, el fenómeno no se puede reproducir en seguida, sino que hay que esperar 20-30 minutos.

Así se entiende por qué si se ajusta la misma vertebra en la visita siguiente, cruje de nuevo, se debe principalmente a que se produce de nuevo esta reacción.

El "crack" del ajuste quiropráctico no indica si una articulación esta “mal” o “subluxada”, solo indica que cambió la presión dentro de esta articulación.

Tampoco hay que dar demasiada importancia al “crack” durante un ajuste, por múltiples razones, un ajuste quiropráctico que no haga ruido es eficaz de la misma manera.

¿No te gusta escuchar este ruido durante un ajuste quiropráctico?

Imagínate que es el ruido que hace una botella de cava que abres para una buena ocasión, la buena ocasión es que con menos subluxación tu cuerpo puede funcionar a su máximo, y eso si se celebra. :)

Romain Riberou D.C.