Es una gran costumbre establecida esperar el principio del año o la vuelta al cole para cambiar y mejorar nuestros hábitos, empezando siempre por las de nuestros niños.

A diferencia de nuestra generación, nuestros hijos toman demasiado azúcar con lo que la obesidad infantil ha aumentado considerablemente desde hace unos años. Si antes encontrábamos uno o dos niños con sobrepeso en una clase, ahora llegamos a casi un tercio.

Desde nuestro blog hacemos un llamamiento a los padres ya que es responsabilidad suya cuidar de la salud de sus hijos y preocuparse por lo que comen y beben. Además es conveniente que, para prevenir la obesidad infantil, les inculquen un estilo de vida saludable desde bien pequeños.

Padecer obesidad infantil aumenta las probabilidades de sufrir síndrome metabólico y enfermedades derivadas como cardiopatías, hipertensión, diabetes y cáncer. Es por esto que debemos cambiar las costumbres de nuestros hijos desde pequeños para prevenir su futuro.

Cuando hablamos de azúcar rápidamente nos viene a la cabeza el azúcar blanco refinado que es una droga absoluta.

Un estudio del año 2007 demostró que un 94% de las ratas que podían elegir entre agua azucarada y cocaína elegían azúcar, incluso las que ya eran adictas a la cocaína.

Así pues, en este estudio también fue demostrado que el azúcar disminuye considerablemente la velocidad de nuestro cerebro y nuestra memoria alterando así nuestro aprendizaje. Este efecto tiene mucha relación con la obesidad infantil ya que nuestros hijos se encuentran en pleno proceso de aprendizaje.

En esta línea, encontramos el jarabe de maíz de alta fructosa (seis veces más azucarado) como sustitutivo del azúcar en muchos productos que es todavía más perjudicial que el azúcar.

Otros alimentos que influyen en la obesidad infantil son los productos derivados de los cereales como la bollería, las pizzas, el pan o la pasta. Por otro lado encontramos los alimentos refinados, las bebidas gaseosas y azucaradas y las cremas de cacao. Este tipo de alimentos son nocivos para la salud de nuestros hijos y son los causantes de la obesidad infantil si no se controla su consumo.

Nuestras recomendaciones

En cuanto a la fruta no hay muchas restricciones. La única recomendación es no dar a nuestros pequeños cítricos después de la merienda.

Es conveniente reducir el consumo de cereales y derivados como el pan. Además es necesario enseñarles a comer verduras a menudo e ir bajando progresivamente el consumo de pizza y pasta.

Tomar bebidas azucaradas de forma esporádica. Enséñales que ese tipo de bebidas sólo pueden tomarlas los días festivos o en ocasiones especiales.

Otra recomendación para prevenir la obesidad infantil es disminuir la ingesta de bollería.

Debes evitar que tus hijos consuman productos “sin azúcar añadido” o con edulcorantes ya que está demostrado que tienen muchos efectos secundarios que van desde trastornos en el proceso de digestión hasta posibles enfermedades como el cáncer.

Por último, te vamos a dar una serie de consejos que se siguen desde hace muchos años y que debemos poner más en práctica:

- No consumas alimentos únicamente porque los ves en la televisión.

- Si no puedes pronunciar un ingrediente de un producto o no lo conoces, no lo compres.

- Reduce, en la medida que puedas, los alimentos refinados.

- Come una gran cantidad de frutas y verduras.

- Compra más en el mercado y menos en el supermercado.

Por último, además de seguir todas estas recomendaciones para prevenir la obesidad infantil es conveniente que tu hijo acuda al quiropráctico a ajustarse ya que nunca está de más. Además, incúlcales desde pequeños la filosofía de vida saludable: hacer ejercicio, comer equilibrado y dormir bien.