¿Sabías que 400 años antes del nacimiento de Jesucristo, Hipócrates, considerado el padre de la medicina moderna, ya reconocía la importancia de la columna vertebral y del sistema nervioso para nuestra salud? “En caso de enfermedad, se debe mirar primero la Columna Vertebral” esas fueron exactamente las palabras de Hipócrates.

Desde entonces son muchos los sabios que han empezado a estudiar y a documentarse sobre la relación que existe entre la columna y los nervios. Pero la medicina tuvo que esperar varios siglos hasta que naciera la Quiropráctica gracias a Daniel David Palmer.

El 18 de Septiembre 1895 David Palmer realizó en Iowa, EE.UU, un ajuste quiropráctico específico a Harvey Lillard, que padecía de sordera desde los 17 años. Había perdido la audición poco tiempo después de haber oído un fuerte clic en su cuello mientras trabajaba en una posición encorvada.

Pensando que el crujido de su cuello y su sordera estaban relacionados empezó a mirar la movilidad de sus vértebras cervicales. Rápidamente se dío cuenta de que una vertebra no estaba en su posición normal y no se movía correctamente. Llego a la conclusión de que si la vértebra se volvía al sitio, quizás el hombre pudiera recuperar la audición. Tras media hora intentando convencer a Lillard de que se dejara tocar la vértebra, Palmer le realizó un ajuste quiropráctico para colocarla en su sitio y  el hombre volvió a oír con normalidad.

El éxito de la “curación”  de la sordera de Lillard gracias a su tratamiento quiropráctico hizo que en poco tiempo gente de todo el país acudiera a la consulta de Palmer con la esperanza de recuperar la audición. Tratando a todas esas personas sordas Palmer se dio rápidamente cuenta que no funcionaba siempre pero que cada una de las personas notaban mejoría en muchos otros síntomas que padecían con el mismo tratamiento.

Como consecuencia de esto pacientes con todo tipo de síntomas empezaron a consultar a Palmer, a veces por ciática, problemas de estomago, dolor de espalda o cuello, migrañas,  fiebre, infecciones, problemas de corazón o de respiración…

Palmer comprobó que todos los problemas de salud tenían respuestas positivas al tratamiento manual y a partir de ahí, sorprendido por los resultados, volvió a estudiar más sobre la relación entre la columna y la salud para entender lo que pasaba en el cuerpo al mover las vertebras bloqueadas.

Al mismo tiempo fundó la Palmer School of Chiropractic, la primera escuela de quiropráctica. Y los primeros estudiantes empezaron a trabajar con él en 1898.

En poco tiempo descubrió que los ajustes específicos de la columna vertebral para corregir los desalineamientos  y bloqueos de las vértebras (subluxación) eliminaban las interferencias de los nervios (pinzamiento) que provocaban las quejas y la sintomatología  de sus pacientes.

Desgraciadamente, a principios del siglo XX, empezó a recibir muchas amenazas de los médicos que se asustaban de su éxito... Y Palmer fue condenado a 105 días de cárcel y una multa por ejercicio ilegal de la medicina. Pero esto no frenó a los pacientes que le conocían y, a pesar de su detención , estos pacientes acudían a la prisión para seguir recibiendo sus ajustes.

Durante toda su vida Palmer luchó por la promoción de la quiropráctica mediante la publicación de muchos estudios y de dos libros.

Su hijo B. J. Palmer siguió el camino de su padre con mucho entusiasmo y desarrolló la quiropráctica para convertirla en un sistema de prevención y de mantenimiento de la salud único en el mundo. También jugó un papel muy importante para obtener el reconocimiento de la profesión siempre muy atacada por toda la comunidad medica del país ya que los médicos no estaban familiarizados con el enfoque del cuidado de la salud que ofrecía la quiropráctica.

B.J. Palmer ha luchado toda su vida por dar a conocer esta maravillosa profesión no como una forma de práctica médica si no como una entidad a parte.

Julie Fournier D.C.