En el post de hoy, queremos hablar sobre cómo la quiropráctica en niños ayuda a los más peques de la casa a mantener un nivel de vida saludable. Y es que, como podemos ver en el estudio “La relación entre la intensidad del cuidado quiropráctico y la incidencia de las enfermedades infantiles” se ha comprobado que los niños que reciben más de siete ajustes quiroprácticos anuales y que llevan más de un año bajo cuidado quiropráctico son más resistentes a contraer las enfermedades propias de la niñez.

Por otra parte, vemos como en un análisis diferente, se compara como la quiropráctica en niños hace que estos tomen menos dosis de medicación y sufran menos, además con menos intensidad, que aquellos niños tratados con medicación de un modo tradicional. Además está comprobado que afecta directamente a que estos niños padezcan, en menores ocasiones, enfermedades propias de la infancia, como puede ser infecciones en el oído, problemas respiratorios de tipo asma, bronquitis frecuentes, alergias, mucosidad, dolor de cabeza, dolores en las articulaciones relacionados con el crecimiento sin etiología patológica o hiperactividad.

El mismo análisis constata que la quiropráctica en niños hace que cuando estos sufran enfermedades como, por ejemplo, el sarampión o la rubéola, estas enfermedades les afecten de forma menos agresiva que a un niño que jamás ha recibido un ajuste quiropráctico.

Otra investigación que fue publicada en la prestigiosa revista científica “Journal of Physicological and Manipulative Therapeutics” demuestra que el sistema nervioso controla directamente el sistema inmunológico. Dicho esto, el cuidado quiropráctico preventivo puede incidir directamente en el control y cuidado del sistema inmunológico de los niños y en la prevención de enfermedades de inmunodeficiencia por el efecto directo que tienen los ajustes quiroprácticos sobre el buen funcionamiento nervioso y en consecuencia sobre el sistema inmunológico.

La clave de una buena salud está directamente ligada a un sistema nervioso sano y si bien es cierto que la quiropráctica, no trata enfermedades específicamente, si que ayuda a prevenirlas con sus ajustes. La quiropráctica favorece que tu sistema nervioso se encuentre en buenas condiciones.

Además, la quiropráctica en niños libera las interferencias nerviosas y mejora el flujo nervioso en el cuerpo y le permite a este, gracias a una columna vertebral sana, mantenerse mejor en respecto a la salud, estar más fuerte y funcionar de manera óptima.

Gracias a la quiropráctica en niños se les ofrece un cuidado de la salud integral, natural, preventivo y sin necesidad de medicamentos. ¿Verdad que revisas sus dientes, su oído y su vista con regularidad? ¡Revisar la columna vertebral también es importante! Así que, no esperes más para cuidar a tus hijos con quiropráctica.