Ya hemos hablado en este blog sobre la importancia de mantener una buena y correcta postura corporal para estar sanos. Hoy, queremos indagar un poco más y hablar sobre la posición de sueño, igual de importante o más que la postura que adoptamos a lo largo del día. Con una buena posición de sueño, podemos construir una base de descanso que propicie, en nuestro cuerpo y mente, un sueño recuperador y sano.

Si hablamos de posición de sueño, la peor postura que una persona puede adoptar es la de dormir boca abajo. Es una posición de sueño que perjudica varias partes del cuerpo y, además, frena la evolución del trabajo quiropráctico por diversos motivos que vamos a explicar con detalle a continuación.

Dormir boca abajo nos obliga a tener la cabeza girada hacia un lado, efectuando así una presión excesivamente prolongada sobre las articulaciones de nuestra mandíbula, así como sobre los nervios y músculos que sirven para masticar creando de este modo una maloclusión de nuestra boca provocada por la errónea posición de sueño.

Pero tener la cabeza girada no solo afecta a nuestra mandíbula, sino que también tiene repercusiones musculares. Afecta directamente a nuestras cervicales, músculos y ligamentos de la columna vertebral. Esto, puede verse ejemplificado cuando nos levantamos con tortícolis. Además, afecta también a los discos. Estos no aprovechan las horas de sueño de nuestro cuerpo para recuperarse, sino que están constantemente en tensión, hecho que puede desembocar en una protrusión discal. Esta mala posición de sueño puede también repercutir en los nervios. Dormir boca abajo también perjudica a nuestro aparato respiratorio. No permite la apertura completa de la caja torácica, con lo que no llenamos correctamente nuestros pulmones. Por otro lado, implica que el diafragma no se libera de toda la tensión que ha ido acumulando a lo largo del día, con lo que no favorece al descanso y recuperación de nuestro cuerpo. Dormir , por lo tanto, no es sinónimo de descanso si no mantenemos una correcta posición de sueño.

Dormir boca abajo instala mucha presión sobre la curva fisiológica de la zona lumbar, cosa que implica que los discos intervertebrales estén en tensión todo el tiempo que se está durmiendo. Esto afecta principalmente a las personas que padecen lumbalgia: dormir boca abajo hace que se despierten peor que el día anterior ya que su espalda no ha descansado de un modo óptimo para su recuperación, agravándose aun más su lumbalgia por una mala posición de sueño.

 

¿Cómo cambiar la posición del sueño?

Es importante cambiar la posición de sueño si es que estamos acostumbrados a dormir boca abajo. Adoptar una nueva postura no será fácil, sino más bien un proceso un tanto complicado, pero después de un tiempo se conseguirá cambiar el mal hábito y, desde luego, la principal ventaja se verá reflejada en una mejoría directa en la calidad de sueño y de descanso para nuestro cuerpo.

Desde Centre Quiropràctic Llevant, aconsejamos acostarse boca abajo durante un periodo de tiempo no muy largo, hasta que el sueño aparezca. Una vez llegue este, se deberá cambiar de postura: bien girarse de lado, bien dormir boca arriba. Pasado el tiempo, ya será mucho más sencillo que el sueño se manifieste cuando el cuerpo se encuentre en una buena postura. Por el contrario, si en el transcurso de cambio de posición de sueño, te despiertas siempre boca abajo es conveniente que te pongas de lado abrazando una gran almohada. De esta manera, evitarás girarte mientras duermes y por consiguiente, no retomarás la postura errónea.

Nosotros, como especialistas quiroprácticos, aconsejamos la postura fetal para el sueño. Favorece la buena posición de la columna vertebral, ya que vuelve a su posición fisiológica natural, facilitando así la recuperación del cuerpo complementándose con un ciclo de sueño y descanso apropiado.